"Yo no hablo de ese tema, lo mío es el fútbol femenino" (VIDEO)

Lejos, muy lejos de los problemas que viven en la FEF, Emily Lima aseguró que su misión es proyectar y justificar con resultados, el proyecto deportivo para el que fue contratada por el balompié nacional.

 

Su decisión de venir al país. “La federación me presentó un proyecto muy ambicioso. Cuando yo compartí esto con mi cuerpo técnico, que son personas que trabajan hace mucho tiempo en el fútbol femenino, os quedamos en duda. Cuando llegamos acá vimos que sí se están haciendo las cosas. Compartimos ideas junto con el proyecto y estamos trabajando”.

 

En tiempos de confinamiento. “Estamos trabajando muchísimo más durante la pandemia, porque nuestra rutina es estar en la cancha y cuando no en la oficina, mirando partidos, entrenamientos y analizando chicas que están fuera del país. Con este tema empezamos a hacer muchísimas cosas que íbamos a hacer, pero no al mismo tiempo. Estamos arreglando y desarrollando el proyecto con la federación. Nos hemos reunido muchísimas veces para direccionar lo que tanto hablamos. Fue un tiempo relativamente bueno para que nosotros nos concentremos en esto, para luego poner las manos en el trabajo. El proyecto ya fue finalizado y está siendo confeccionado por una empresa que os permitirá comunicarlo a todos. Fue eso más cosas técnicas nuestras, estamos haciendo un scout con muchos temas para que podamos evaluar perfectamente a nuestras jugadoras en Ecuador y fuera del país”.

 

Sabía que le darían una solución al torneo femenino. “Yo no estuve preocupada nunca porque como estoy trabajando directamente con la federación, sé que la idea es ayudar a todos los equipos para que se haga la Súper Liga. Siempre dije que hay que estar tranquilos. Pasamos un momento muy malo y los equipos estaban con la cabeza maluca, entonces la mejor opción era decir que no se iba a jugar, pero ahora, con la cabeza más tranquila, se ha pensado mejor. Las condiciones que entregará la federación son muy buenas. No podemos tomar decisiones con la cabeza caliente”.

 

No le gusta trabajar desde casa. “Soy una persona hiperactiva, ha sido uy difícil estar en casa tantos días frente a una computadora. Ya pronto iremos a Casa de la Selección a trabajar en equipo. Queda poco para que esto pase”.

 

Que se juegue siempre con juveniles en cancha. “Fue una sugerencia desde que llegamos. Claro que las cosas cambiaron mucho, aunque la prioridad sigue siendo la salud de las chicas. Yo hablé con muchísimos médicos por el tema de la Sub 17, y lo que puede pasar con ellas también puede pasar con las mayores. Lo más importante fue lo que conversamos con los clubes respecto al protocolo, porque lo más importante no es que juegue la chica Sub 17, sino qué van a hacer los clubes por sus jugadoras. Nos disponemos para una competición en noviembre, entonces no tenemos otra opción porque CONMEBOL obliga a tener la competencia; entonces nosotros tenemos que trabajar. La ventaja nuestra, es que en ningún otro país una chica Sub 17 va a jugar en tan alto nivel como nosotros”.

 

La intención no es perjudicar a los clubes. “Podríamos hacer micro ciclos encerrados en Casa de la Selección, pero decidimos o quitarles las jugadoras a los clubes para que estén entrenando y jugando al más alto nivel. Lo que necesitamos es que tengan nivel de partidos. Vamos a hacer un micro ciclo de septiembre y uno previo s la competencia para no molestar a los equipos de la Súper Liga”.

 

Los primeros malos resultados. “Nuestro equipo sintió muchísimo el tema de la Sub 17 porque es muy diferente jugar una o dos categorías, porque también sumamos jugadores Sub 15. Esto es lo que pide el proyecto, porque no prometemos resultados inmediatos, sino a dos o tres años. Han sido malos resultados con Colombia y Venezuela, ahora puede pasar, pero no en dos años. Tenemos una gran responsabilidad en estos años, porque ahí sí tenemos que clasificar e intentar muchas cosas más. Claro que salimos a intentar algo, yo siempre estoy ilusionada por la voluntad de las jugadoras. En general, el balance que hago fue muy positivo, no por el tema de resultados, pero sí por los cualitativo de todo el Sudamericano. Tenemos muchísimo por mejorar y lo vamos a hacer”.

 

Lejos de los problemas en FEF. “Soy optimista y trato de transformar las desventajas en ventajas. Estamos hablando de chicas muy jóvenes, que ya comprenden lo que pasa en la federación, pero si tenemos una cabeza firme, que soy yo, nos podemos olvidar de eso y sacar lo mejor de las jugadoras. Ni yo, ni nadie de mi cuerpo técnico o de Casa de la Selección, tenemos que hablar de este tema porque somos empleados. El problema lo deben arreglar los funcionarios. Yo no hablo de este tema, lo mío es el fútbol femenino; lo demás no me importa”.

 

Trata de persuadir a los entrenadores de los clubes. “No solamente mío, yo intento hablar con los entrenadores de la Súper Liga; ya lo hice. Yo escucho muchas cosas malas, negativas, y yo prefiero pensar en seguir hacia adelante y sacar esto adelante. No podemos quedarnos victimizándonos o lamentándonos porque siempre vamos a tener problemas. Es difícil porque hay gente que tiene la cabeza muy cerrada y que lo ve todo mal”.

 

Que se transmita la Súper Liga por TV. “Es muy importante, muchísimo. Teneos que estar muy contentos todos. Será un partido por fecha y esto ya es muy importante. Que se pase por la tele y se hable, os permitirá que veamos que no es tan malo como se pensaba, entonces van a mirar otro partido y pronto estarán en la cancha viendo los juegos. La Súper Liga es el primer paso a ser una vitrina mucho más grande, es una oportunidad que tenemos de hablar lo mejor posible y sin mentiras; sobre lo que está pasando”.

 

Al final saldrán a hacer trabajos de cancha. “Empezamos la semana que viene con Camila, Felipe está aún en Brasil, con muchos problemas para venir. Ya estamos haciendo las visitas técnicas y seguiremos mirando todo. Tenemos nuestro preparador físico y de arqueras. Cada uno tiene la responsabilidad de mirar un partido, pero yo trataré de mirar lo que más se pueda”.

 

Finalmente, su contrato por tres años. “La única visión que tengo es de hoy, mañana no sé lo que va a pasar. Antes de la pandemia ya era difícil. Tenemos objetivos, pero mañana todo puede cambiar. Estamos trabajando con un nivel mínimo, si pasa algo ya tenemos un plan B. Perdimos ya mucho tiempo y no podemos perder más. Creo que todo proyecto a largo plazo se sustenta con victorias, tenemos que empezar a conseguir buenos resultados para hablar de éxito. No sirve de nada que me quede tres años sin lograr el objetivo final”.