Una temporada convulsionada para la organización (RESUMEN)
Liga Pro sacó adelante sus torneos en medio de la pandemia, méritos y cuestionamientos
Un 2020 bastante complejo para quienes están a cargo del torneo nacional. No ha sido sencillo ponerle el pecho a las balas a un calendario apretado. Los dirigentes presionaron con reclamos constantes y a veces fue necesario poner mano dura para llegar a consensos.
Los torneos iniciaron en febrero. Fue poco lo que la pelota pudo rodar y pese a que se autorizó la disputa de algunos juegos en Serie A y Serie B el fin de semana del 4 de marzo, la mayoría de compromisos se suspendieron con las delegaciones visitantes ya desplazadas y una medida tomada de forma tardía.
Pese a que no hubo actividad deportiva por largo rato, aparecieron los gestos de solidaridad. Fue el 4 de abril cuando ‘Liga Pro Live’ ayudó a los más necesitados por la pandemia. Por un día se dejó el color de cada camiseta por un solo objetivo y este cumplió con sus frutos. Una gran recaudación que ayudó en la lucha con el coronavirus.
Junio fue el momento esperado por las directivas para definir el reinicio del torneo. Tras horas de debate y dos sesiones en una semana, se optó por mantener el formato actual de competición y que las primeras jornadas, garanticen los desplazamientos más cortos posibles.
Como detalle importante de aquellas reuniones, se tiró abajo la posibilidad de ampliar el sistema de campeonato a 18 equipos y también, no hacer una competición alternativa que dividía a los 16 clubes en dos zonas.
Con la competición reanudada, las polémicas comenzaron una y otra vez. Los horarios programados, los días de los partidos y hasta los estadios asignados. Todo esto despertó el malestar de dirigentes que no dudaron en hacer público su malestar.
En Macará aseguraron que no eran estúpidos por jugar en distintos horarios ante ciertos rivales. Mushuc Runa hizo lo propio tras no recibir a Emelec y Barcelona en Echaleche. Un detalle que deberá ser corregido para la edición 2021.
El año casi llega a su final y pese a que las finales acogieron sin problemas el VAR; fue insólito haber tenido este sistema en el clásico del astillero y no contar con el mismo en la siguiente jornada bajo las premisas de contar con el personal apropiado, y de que el juego previo sirva como método experimental.
Reconocer a la Liga Pro por su labor no sería justo. Muchos torneos debieron esperar más de la cuenta y ellos lograron implementar un sistema que resultó la mayoría del tiempo efectivo. Lo más importante, que no llevó a nuevas suspensiones a causa de contagios masivos en los clubes.
Como no todo malo, tampoco todo es bueno. El control financiero debe ser efectivo para que los clubes cumplan sus obligaciones, no pueden existir dobles contratos, las denuncias de jugadores deben ser investigadas hasta las últimas consecuencias, el dilema entre GolTV y las cableoperadoras y los clubes que no juegan por no levantar suspensiones.
Son los primeros años de gestión y es lógico que se cometan algunos errores. Trabajar en conjunto para ser una ‘Liga Top’ implica mejorar con cada temporada. Se espera que el 2021 algunos detalles se pulan para que Liga Pro tenga más reconocimiento por sus logros que críticas por sus fallas.