Barcelona tiene obligaciones para el 2022
La hinchada del Ídolo dejó claro que no basta una semifinal de Libertadores para estar felices
El elenco más popular del país tuvo una temporada con mucha expectativa pero se fueron diluyendo y quedaron con un objetivo cumplido que en realidad, les sabe a poco. Fabián Bustos desde ya tiene una misión importante para contentar otra vez a la afición.
El primer semestre no pudo haber sido mejor para Barcelona quien debió dejar de lado el torneo local para centrarse en la Libertadores. Victorias ante Santos y Boca acabaron con varios comentarios negativos que apuntaban a una eliminación prematura. Para mayo, el Ídolo ya tenía un pie en octavos de final y dio el remate perfecto al cerrar como primero de su zona.
En el torneo local, no todo podía ser color de rosa y se pagaron las consecuencias. Si bien había un clásico para ellos pendiente, la goleada sufrida en la penúltima fecha ante Católica los dejó condenados a depender de otros. Tres unidades separaron al Ídolo de volver a una final y Fabián Bustos tiene razón que algunos partidos les pasaron factura con errores arbitrales como en Cuenca, pero a todos se les condenó en alguna ocasión e incluso sobre su club, cayó más de un cuestionamiento como en el apagón del VAR frente a Emelec.
El segundo semestre para Barcelona volvió a ser otra vez con dos caras distintas. En Libertadores se mostró la aplanadora que por delante dejó a otros pesos pesados como Vélez (octavos de final) y Fluminense (cuartos de final). El cuco del Ídolo tuvo que ser un club de otro planeta como lo es Flamengo. Pese a esto, en la ida la suerte no ayudó con la definición durante el arranque de juego. La revancha al menos sirvió para el reconocimiento de su gente que sabe que su club lo dio todo.
La despedida internacional fue un golpe letal para los Toreros que no han mostrado su mejor cara en el cierre de temporada. Fueron 45 días verdaderamente desastrosos y como consecuencia, novenos en la segunda etapa y con una clasificación a primera fase de Libertadores que alteró la planificación.
La hora de tomar decisiones no se hizo esperar a la interna del club quien ha pasado la escoba por encima. Referentes han dicho adiós por su avanzada edad y las finanzas también han obligado a vender jugadores en un caso, a no poder renovar contratos en otros. Las semanas difíciles pusieron en duda la renovación de Fabián Bustos quien finalmente se quedará.
Si hay alguien que puede reanimar la esperanza del club es precisamente el Toro. Critiquen cuantas veces deseen, el entrenador es pieza fundamental en dos logros importantes y de paso, en que las finanzas puedan fluir con la consecución de varios premios. Una nueva oportunidad nunca está demás para mostrar que en la vida también debe existir la gratitud.