Guayaquil City FC sirvió la mesa pero Universidad Católica no comió
Empate entre Ciudadanos y Camarattas después de un partido con quince minutos finales candentes y el resto para el bostezo
El Guayaquil City FC no pudo de local ante la Universidad Católica de Quito, en partido que terminó empatado cero a cero, después de 75 minutos para bostezar y 15 de emociones fuertes en la recta final. Todo esto en medio de un mensaje de paz hermoso que patrocinó la Liga Profesional del Ecuador.
En el primer tiempo en el estadio Christian Benítez Betancourt, el Guayaquil City FC y la Universidad Católica de Quito provocaron más de un bostezo. El equipo Camaratta tuvo la pelota y la iniciativa dentro del campo de juego, pero si claridad ante un Ciudadano que no logró desarrollar el fútbol que Pool Gavilánez, visiblemente enfadado, espera de sus dirigidos. Al final de cuentas, los dos clubes se fueron al vestuario con el marcador en cero y con los uniformes de los dos porteros completamente limpios. Casi sin emociones, salvo algún remate desviado de Joffre Escobar.
Las cosas en la segunda parte cambiaron poco. El errático equipo dueño de casa dejaba la mesa servida para el Trencito Azul, que pese a eso no aprovechó para hacer alguna diferencia. Sin embargo, el equipo capitalino tuvo una clarísima oportunidad, después de un tiro libre estratégico de Mauro Díaz, que dejó solo y frente al arquero a Gregori Anangonó, quien pateó al aire. Poco después los porteños también dispusieron de una opción importante, por medio de un tiro libre de Jordan Rezabala que se fue afuera rosando el palo del arquero Rafael Romo.
En la recta final aparecieron finalmente las emociones. Y es que a los 81 minutos de juego, el VAR asistió al árbitro para que se sancione una clara mano dentro del área del Guayaquil City FC, pero Joffre Escobar lo estrelló en el poste y se perdió el gol del triunfo para la Universidad Católica. De aquel fallo tomó aire en el equipo local, que tuvo dos situaciones clarísimas de quedarse con los tres puntos, pero Stiven Plaza y John Narváez las desperdiciaron de forma increíble. Así se fueron los noventa de este compromiso.