Deportivo Cuenca esperará un milagro para no vivir un calvario
Éxodo de jugadores y contrataciones de poco peso en un Expreso que preocupa
El Deportivo Cuenca vivió gracias a la catástrofe del Centro Deportivo Olmedo para, con las uñas, sostenerse un año más en la primera división del fútbol ecuatoriano; golpeado especialmente por las deudas y la falta de recursos para su gestión.
Gabriel Schürrer como entrenador y Luis Fernando Saritama como gerente deportivo han decidido dar un paso al frente en procura de hacer realidad el que parece un verdadero milagro en el elenco de Los Camisetas Coloradas, al que no han llegado los recursos ofrecidos por Nathaly Villavicencio en su propuesta de campaña y desde un inversor extranjero que no ha podido cambiar las complicaciones, los incumplimientos y los malos resultados.
Para esta temporada el Expreso Austral ha sufrido una fuga masiva de jugadores, con o sin contrato, que decidieron ya no creer en los ofrecimientos y buscar mejores días en otras instituciones; sin importar que sean del ascenso.
El camino luce cuesta arriba para uno de los clubes de mayor tradición del balompié nacional en este 2022, ya que además no se han registrado contrataciones de jugadores en los que se pueda apoyar una campaña que abrigue esperanzas para una afición considerada como de las más fieles de nuestro país.
Lo más importante en el elenco Morlaco será recuperar la credibilidad, dado que muchos de los embates vienen desde los escritorios, con viejas deudas que impiden que los pocos recursos que se generan vayan a parar en quienes han defendido sus colores en las últimas temporadas de zozobra.